Danzas en círculo: educación, arte y sanación (parte 2)

    El Universo es una danza. Las estaciones del año, el fluir de las aguas, los vientos, los seres vivos y no vivos, los planetas alrededor del Sol…

    El baile es la primera forma de comunicación y arte creada para un mayor acercamiento a Dios y le da al ser humano su identidad visceral con las fuerzas divinas. La palabra danza deriva del sánscrito tan, que significa tensión. Expresamos en la danza la intensidad de nuestras relaciones, con nosotros mismos y con todos los seres, cosas, fenómenos que nos rodean. Se celebraron y compartieron nacimientos, muertes, uniones, encuentros y desencuentros, despedidas, conflictos, amores, el paso de las estaciones, la conquista del alimento y el abrigo, los sabores y desagrados de la vida.



    La danza orgánica original es una forma amorosa de vivir, sentir y experimentar los colores, los perfumes, las flores, la belleza y la alegría del Universo. Nacimos bailando y así pudimos vivir toda nuestra vida. Un largo proceso histórico, sin embargo, nos hizo distanciarnos de la Fuente de la Creación, de nuestra esencia, de nuestra naturaleza, y fuimos transformando nuestra danza. Perdimos parte de nuestra cultura ancestral que bailaba con la vida. Esta percepción llevó al bailarín Bernhard Wosien a buscar rescatar, en 1952, las manifestaciones dancísticas de los pueblos, iniciando un movimiento de Danzas Circulares Sagradas, aquellas que desbordan toda la sabiduría ancestral de los Pueblos, despiertan nuestra alegría y conexión profunda con el Todo. .

    Danzas en círculo: educación, arte y sanación (parte 2)
    Dmitri Bogdanov / Canva

    Muchas danzas se bailaban originalmente en círculo. Otros fueron adaptados a esta formación por Wosien, ya que el círculo es un poderoso símbolo de unidad, totalidad, sacralidad, esencia. En círculo nos educamos y sanamos, ya que estamos fuertemente conectados a un centro de luz y vida, la fuente que nos conecta con nuestra dimensión divina.



    La experiencia completa de los beneficios de las danzas depende de cuánto se entrega el bailarín y se deja involucrar en el proceso. Depende también de la intencionalidad de cada gesto, de cada respiración, de la mirada... Cuando se produce este parto, nos llenamos y acabamos vertiendo sentimientos de paz, respeto, amor, cooperación... Educamos nuestra actitud ante la vida, aprendemos a conocernos y respetarnos a nosotros mismos, en la búsqueda constante del equilibrio entre lo interno y lo externo, lo individual y lo colectivo, al fin y al cabo, todo es uno.

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    Conocí este movimiento cuando tenía 12 años y, años después, a través de él y de él, nació Dá Tua Mão. Fue en la especialización en Educación Ambiental que regresé a las danzas en círculo como fuente de sanación y educación y me acompañan en la vida y en mi trabajo!



    Ven, vamos a bailar, Da Tu Mano...

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